Turquesa
Los incas, aztecas y otras culturas precolombinas también la usaban como piedra preciosa. En Persia, Mesopotamia y China (al menos desde la dinastía Shang) también se conocía. A Europa llegó a través de Turquía junto con otros productos provenientes de la Ruta de la Seda pero no se consideró una gema importante hasta el siglo XIV. Su dureza se sitúa entre 5 y 6 en la escala de Mosh. Su peso específico varía entre 2,30 y 2,85. A menor peso específico presenta mayor porosidad y menor dureza; los valores inferiores a 2,60 son los normales en las piedras porosas americanas, mientras que el material compacto procedente de Persia tiene valores de 2,75 a 2,85.