El mundo de la gemología es un lugar extraordinario donde se pueden encontrar una gran variedad de piedras preciosas y semipreciosas con distintas tonalidades, peso y formas. Es un mundo tan fascinante que en ocasiones resulta muy complicado distinguir la calidad y el valor de una gema.
Existen vendendores profesionales que te ofrecen una información exquisita acerca de la gema que te interesa comprar y de la cual no tienes conocimiento en cuanto a características. Pero del mismo modo, existen vendedores que intentan aprovecharse del desconocimiento de los compradores y de su ingenuidad vendiéndoles gemas a precios muy altos y de muy baja calidad.
A continuación os vamos a mostrar una serie de consejos para que podáis escoger las gemas que más os guste y en especial, ayudaros a conocer las condiciones más básicas que permiten a una piedra preciosa tener una buena calidad.
La elección de una gema es algo muy personal y subjetivo, pero si vamos a una joyería, debemos tener un conocimiento básico de lo que vamos a comprar. Por lo general, la belleza de las gemas reside en su color y transparencia. Después, el valor viene determinado, además de por su color y transparencia, por su peso y calidad.
¿Cómo elegir su gema o piedra preciosa?
– Atención al color
A la hora de elegir una gema, por lo general, el aspecto más importante a la hora de seleccionarla es el color que presenta. Es importante saber que el color ideal para una gema debe tener una tonalidad equilibrada y armoniosa. Es decir, toda la superficie deberá tener la misma tonalidad de manera uniforme.
Existen algunas gemas con colores notables y uniformes como el azul intenso de los Zafiros de Cachemira o los Rubíes de Birmania denominados como “Sangre de Paloma”. Se denominan así porque presentan un color rojo muy intenso.
Asimismo, existen determinadas piedras que presentan algún tipo de reflejo pero que forma parte de su estética. Por ejemplo, en el caso de la Esmeralda, esta debe presentar un verde muy intenso con algún reflejo de color azul. Una Esmeralda con una tonalidad clara tendrá un valor menor que otra con una tonalidad marcada e intensa. En cambio, para los diamantes los colores deberán ser más claros. El diamante blanco es el más puro.
– Atención al peso y forma de la gema
El peso de una gema en quilates (1 quilate = 0,2 gramos) hace que se limite las dimensiones de ésta y determina por tanto su valor. Es decir, una piedra de 2 quilates será más valiosa que dos piedras de 1 quilate.
– Cuidado con su pureza
En una gema la pureza suele ser muy buscada porque ella determina la transparencia.
Normalmente, las piedras que han sido talladas no presentan inclusión alguna, por lo que su valor aumenta. Asimismo, señalar que las inclusiones no siempre son una señal negativa para la piedra. En muchas ocasiones, hay piedras que presentan inclusiones porque forman parte de su estética, por ejemplo, en los Zafiros de Cachemira las inclusiones permiten darle un tono de suavidad posicionándolos así entre los más bellos del mundo. Otro ejemplo de piedra preciosa con inclusión es la Esmeralda de Colombia, en especial la Mina de Muzo. Sus inclusiones son denominadas como “el jardín de la Esmeralda” que favorece la estética de la piedra.
– Observa su corte
El corte se entiende como la forma en la que se talla una gema. El corte debe ser dado lo más perfecto posible para que así la piedra pueda proyectar de la mejor forma su brillo.
La forma y la perfección del corte influye en el valor de la gema. Así pues, un diamante con un corte brillante presentará un valor más alto que un diamante con corte fantasía, aunque ambos tengan el mismo peso.
Los lados de la gema deben ser tallados de forma regular de acuerdo con su geometría y pulidas de manera adecuada. El color debe estar siempre bien equilibrado en toda la piedra.
– Conocer el origen de la gema
A la hora de escoger y comprar una gema, es importante que se conozca su origen. Muchas piedras llegan a alcanzar un valor muy elevado debido a que provienen de determinadas zonas del mundo. Por ejemplo, los Zafiros de Cachemira, las Esmeraldas de Colombia, las Amatistas de Uruguay, los Rubís de Birmania o las Turmalinas de Brasil.
– Lugar de compra, precio y CERTIFICADO DE AUTENTICIDAD
Para una mayor confianza a la hora de comprar una gema, es importante acudir a un especialista que le pueda aconsejar o puede comprar de forma online pero siempre en una página que aporte una garantía real.
Nunca compre una gema en una tienda de segunda categoría y mucho menos en el país productor, ya que podría pagar por su gema un valor más caro que su valor real.
Asimismo, a la hora de comprar una gema es necesario que presente un certificado de autenticidad.